Había una carta en mi sueño.
Alli, ella me decía
cuánto y cuánto me quería,
también que yo era su dueño.
En la fantasía del sueño
yo palpé la suavidad
de su rostro, y la humedad
de sus labios. Despertaba,
cuando supe que ella estaba
a mi lado, de verdad.
Alli, ella me decía
cuánto y cuánto me quería,
también que yo era su dueño.
En la fantasía del sueño
yo palpé la suavidad
de su rostro, y la humedad
de sus labios. Despertaba,
cuando supe que ella estaba
a mi lado, de verdad.
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